Deivis Diaz Online

Pérdida de atractivo comercial

Con las llegadas de los incrementos de los impuestos arancelarios por parte de la nueva administración americana, muchos países han claudicado a dichas peticiones. Sin embargo, una potencia que ya no genera productos baratos, sino más bien es cuna del emprendimiento y la innovación; avanza hacia la consolidación como potencia económica.

Y esa no es otra que la República Popular China. Sus propios consumidores han impulsado este cambio. Ya no solo interactúan fabricantes y clientes, también impulsan la marca nacional las generaciones que componen la clase media del país oriental. Estos serían la generación Z y los millenials por medio del impulso de las redes sociales.

Pero, ¿esto ha sido suficiente para impulsar este crecimiento exponencial del mercado chino en los últimos años? El detonante ha sido la imposición del incremento de los aranceles a los productos por parte de la administración americana. Ante este hecho, como hemos podido observar a lo largo del año el país asiático al romper los protocolos de confidencialidad de los productos de lujo de las grandes marcas conocidas, supone un antes y un después dentro de la economía china.

Bajo esta premisa, se han lanzado a producir productos iguales o mejores a los de las grandes marcas convirtiendo este hecho una “alternativa asequible” o “pingjia tidai” para los clientes no solo nacionales sino para cualquiera del orbe mundial. Como lo describe Sonia Li https://www.elconfidencial.com/mundo/2025-10-05/cultura-ping-ti-consumo-china-1hms_4221812/ Este hecho predomina hoy en día en el país asiático y por ello es marca nacional de orgullo adquirir productos propios que presumen de un rendimiento superior a precios bajos.

Los ejemplos más claros en Europa se sitúan em el ámbito de la automoción. En los últimos días, circula por las redes un vídeo del último modelo de BYD, el cual presume de unas prestaciones de alta gama (incluso proyectando el uso de un dron integrado com el auto) a precios asequibles em comparación son sus rivales alemanes o franceses.

Este especie de autarquía oriental, no es más que el resultado de un capitalismo oriental que tiene más em cuenta el éxito y progreso colectivo a diferencia de occidente que se basa en el progreso individual y personal. El reflejo de estas economías es el equilibrio de las constantes que reflejan el comportamiento humano, como lo describe Gerge Soros y su “reflexividad” en su libro “La crisis del capitalismo global”.

Y pese a las imposiciones arancelarias, imposiciones de venta (TikToc) y como consecuencia bajadas de los márgenes de beneficios, la “fábrica” del mundo sigue adelante com su proyecto de consolidación de potencia económica e innovación, donde por supuesto sufren sus crisis y problemas; pero de cara a la competitividad tecnológica han avanzado más que ninguna región en los últimos veinte años com más patentes registradas que incluso EEUU.

Subscribe to my blog via email or RSS feed